Los estudiantes, sobre todo los universitarios, se ven afectados por el estrés de exámenes, trabajos de asignaturas en periodos muy cortos de tiempo y acuden a las pastillas para estudiar. Ya sea por dejadez del alumno o simplemente coincidencia en fechas de resolución de asignaturas, las pastillas para la concentración o drogas para estudiar se han vuelto una costumbre que afecta gravemente se su salud, incluso provocando un efecto contrario al que se busca.

La doble moral de las pastillas para estudiar

Muchos expertos aseguran que las pastillas para estudiar que utilizan a menudo los universitarios, y ahora más los estudiantes de bachiller y ciclos profesionales, incrementa la atención y la concentración. Esto resulta en que la velocidad de procesamiento y la capacidad para adaptarse a nuevas situaciones y superar retos, aumentan. Por esta razón es por la que muchos estudiantes han decidido darles una oportunidad a las pastillas para estudiar, ya que aparentemente no contiene contraindicaciones.

Estas pastillas para la concentración se consideran una “droga inteligente”, sin embargo hay una parte de esta historia que no se puede olvidar, y es que se trata de drogas. Ya hemos visto en artículos anteriores cómo funciona una droga, cómo induce su efecto aditivo. Con el tiempo, también se producen efectos secundarios, aunque se diga que en lo referente a las drogas para estudiar esto no ocurre.

Si a nuestro organismo lo acostumbramos a ciertos medicamentos, sustancias extrañas, y cambiamos su funcionamiento debido a ellas, es de esperar que en cualquier momento suframos efectos secundarios debido al cambio o a la costumbre. Por ejemplo, al igual que sufrimos síndromes de abstinencia al dejar una droga (como ocurre con las benzodiacepinas), es posible que nuestro cuerpo se acostumbre tanto a las pastillas para estudiar que cuando intentemos dejarlas, no sepamos cómo estudiar.

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Aún así, cada cuerpo y cada organismo reacciona de forma diferente en cuanto al consumo de pastillas para estudiar. En un estudio reciente de la Universidad de Oxford (Reino Unido) se quiso analizar las consecuencias de las pastillas para estudiar. Concretamente se trató con Modafinilo, una droga muy actual y utilizada para la concentración. Se encontró que tras la primera toma los pacientes sí se sentían más “despiertos y concentrados”. Sin embargo, tras una segunda toma, se registraron consecuencias como:

  • Distracción hacia cosas que no eran el estudio
  • Dolor de cabeza
  • Falta de apetito
  • Falta de sueño

 

Tipos de pastillas para estudiar

No existen muchos estudios que hayan analizado las consecuencias del consumo de pastillas para dormir, pero no por ello se deben obviar que pueden desencadenar efectos secundarios graves. Entre las drogas para estudiar, las más utilizadas son:

  • Mentix: una de las pastillas para estudiar más utilizadas entre los universitarios, y es el que contiene Modalifino. Ayuda a la somnolencia, promoviendo el estado de vigilia.
  • Gamalate: en este caso se tratan de pastillas para la concentración y la memoria. Funciona para el estrés y el cansancio de épocas de exámenes y de mcuho trabajo.
  • Bebidas energéticas: son las que se venden en cualquier supermercado o puestos de alimentos. Puede acelerar el ritmo cardíaco y provocar hiperactividad.
  • Ritalin: suele utilizarse para niños hiperactivos, buscando en su lugar la relajación de éstos. Suele utilizarse bajo prescripción médica para ciertas enfermedades.

Como siempre recomendamos, las drogas para estudiar no son la solución a los problemas de concentración y memoria. Es preferible buscar siempre una salida que no afecte al estado de salud, una salida que no implique la utilización de sustancias que puedan afectar a nuestro organismo.

Técnicas para estudiar mejor

Os traemos algunas técnicas que os pueden servir para encontrar la debida concentración al estudiar y mejorar el rendimiento.

  1. Repartir el tiempo de estudio: no es bueno estudiar muchas horas seguida, pues se deben hacer descansos de 5 minutos por cada hora de estudio.
  2. Rutina de estudio: seguir una rutina de estudio servirá para planear una organización, y dará una autoimagen positiva si se cumple. Esto ayudará a la motivación de estudio.
  3. Resúmenes: son ideales para repasar lo estudiado y explicar las cosas de modo que uno mismo pueda comprenderlas.
  4. Sin distracciones: el móvil apagado y guardado para evitar tentaciones. Lo mismo ocurre con consola, tablets, tele y, si es posible, apagar el ordenador.
  5. Organización lo primero: tener organizado el material de estudio es primordial para seguir un orden y hacer el estudio más fácil.
  6. Comprensión, no memorización: aunque la memoria es importante, estudiar de memoria es un gran error. Lo ideal es la comprensión como primer paso, para luego utilizar la memoria como complemento de ella.
  7. Repaso: los repasos son importantes, ya sean de forma literal o mediante exámenes y pruebas.
  8. Explicar el tema a otra persona: explicar con palabras propias lo que se ha estudiado es una de las técnicas más beneficiosas que se pueden llevar a cabo.

Siguiendo estos consejo se puede evitar el uso de pastillas para estudiar, evitando así sus consecuencias en nuestro organismo. Siempre existe una salida antes que tomar pastillas para estudiar, ¡recuérdalo!

Ayuda

Si después de leer este artículo quieres preguntarnos algo, no dudes en contactar con Tibbon, centro de desintoxicación en Granada, te aclararemos cualquier aspecto relacionado con los problemas derivados de las pastillas para estudiar.

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